cerveza rubia holandesa cuyo gran atractivo es la botella, de medio litro, en cristal verde esmerilado y con un tapón de los antiguos de click, al estilo Casera o soda antigua.
Es una cerveza no para saborearla intensa y tranquilamente, sino para disfrutarla en días de calor, ligera pero muy alegre y chispeante. Quizás demasiado burbujeante.
A primera vista, la cerveza es rubia cristalina, fluye bien al echarla y deja una espuma blanca pero muy fugaz. En nariz tiene un buen aroma aunque no demasiado potente, y en boca resulta muy fina y cuidada, con un toque de sabor a cereales, dulzona al principio y ligeramente seca y amarga después. Resulta muy natural pues no se nota demasiado su graduación alcohólica de 5º y además deja un agradable sabor en la boca.